El café frío es una bebida deliciosa y sumamente refrescante para contrarrestar el sofoco de los días de verano. Aunque originalmente la bebida es caliente, se cree que fue en el Mediterráneo donde empezó esta variante de preparación helada, en todo caso, es precisamente en esta región donde se ha popularizado esta forma de beber café.
¿Por qué tomar café frío?
Muchos eligen el café frío para hidratarse, al tiempo que obtienen energía extra para realizar sus actividades. Otros lo consumen con fines estéticos, numerosos estudios demuestran que la alta concentración de cafeína del expresodolce gusto prensado en frío, tiene la estupenda propiedad de fracturar las células grasas para su posterior desecho.
La base para el café frío pude elaborarse de dos maneras: haciendo un expreso dolce gusto en forma tradicional, con agua caliente y de inmediato añadiendo a la infusión algunos cubos de hielo; o realizando la extracción de la esencia de los granos de café en una cafetera de café frío.
Con hielo o por goteo: dos maneras de obtener un delicado resultado
El primer método es rápido y de suave sabor. Con esta base se pueden preparar cantidad de combinaciones agregando al expreso dolce gusto ingredientes que darán vistosidad a la presentación y logrando un sabor increíble. Por ejemplo, al tomar una taza translúcida y colocar una capa de fudge de chocolate, luego una capa de leche condensada y por último una capa de café dolce gusto frío dará como resultado un deleite para el paladar, y un espectáculo para la vista.
Al segundo método se le conoce como café frío por goteo. Se colocan 40 gramos de café dolce gusto en remojo en un recipiente y se mezcla para que el agua empiece su trabajo de hidratación del granulado. Se coloca en una cafetera especial y se deja por las siguientes 20 horas efectuando el goteo que pasará por un filtro procesador a razón de 1 gota cada segundo. Es un proceso más largo, pero garantiza mejor sabor y aroma, además de una reducción en la acidez de la bebida.